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Saludos cordiales.

Desde los comienzos de la informática marítima hemos seguido el desarrollo de aplicaciones marinas de cartografía y navegación así como de las posibilidades de conexión que estas ofrecían respecto a los instrumentos que solemos llevar a bordo. Conocemos en profundidad los protocolos más comunes como NMEA0183 y NMEA2000, así como otros protocolos, propiedad de algunas marcas de instrumentos náuticos.

Estos protocolos de las marcas comerciales y de la propia National Marine Electronic Association, propietaria de los protocolos NMEA en todas sus versiones, continúan, ya finalizada la segunda década de este siglo, sin reciclarse y sin ofrecer capacidades ya comunes en protocolos de nuestro entorno digital habitual. Cualquiera de nosotros estamos relativamente acostumbrados a conectar por diferentes protocolos como USB, Bluetooth o WiFi un dispositivo o sensor a nuestro móvil, tableta, PC o incluso a nuestro reloj inteligente de una forma rápida, sencilla y económica. Por otro lado si nuestra intención es conectar el mismo sensor o dispositivo a nuestro sistema de a bordo podemos encontrarnos con la absoluta imposibilidad de conseguirlo.

Hasta la llegada de los dispositivos móviles y aprovechando la portabilidad informática existente, aparecieron diferentes sistemas operativos de orientación marina para las diferentes plataformas informáticas del mercado intentando sustituir ciertas tareas que hasta ese momento eran asumidas por instrumentos de a bordo. La mayoría de estas opciones ofrecían plotter o cartografía y una serie de aplicaciones que permitían replicar las consolas de los instrumentos de a bordo en su equipo informático.

Estos sistemas seguían limitados por el uso de protocolos NMEA para las comunicaciones y por el elevado coste de los cables de conexión informática de los dispositivos náuticos comerciales. En algunos casos se veían seriamente afectados por la ausencia de protección contra el entorno marino, compleja configuración y elevado consumo eléctrico derivado de la necesidad de uso de transformadores.

Con la llegada de los teléfonos móviles y las tabletas surgieron aplicaciones de cartografía y meteorología que iniciaron con mucho éxito la aproximación del mundo digital al entorno náutico. Sin duda consiguieron, que con solo descargar e instalar una app, se pudiese gestionar la navegación de nuestra embarcación sin problemas desde su dispositivo móvil. Con pantalla táctil, con una calidad de imagen superior, sin cables, sin conexiones y con el ridículo consumo de su móvil y su GPS interno.

El salto tecnológico fue notable y bienvenido pero seguía pecando de algunos defectos. El primero, aunque parezca trivial y poco tecnológico, es que al no estar permanentemente fijado a nuestra embarcación estamos dejando nuestra navegación en manos de algo que no suele flotar y que debemos compartir para otros usos. Son excelentes herramientas para usar como plotter, compás o display de datos pero haber sido creados y diseņados para nuestras comunicaciones y ocio multimedia los limita en sus capacidades de conexión eléctrica de multitud de nuevos sensores y de sensores ya instalados en su embarcación así como de la gestión de la gran cantidad de datos que estos envían.

Al mismo tiempo se fueron desarrollando y abaratando muchos sensores gracias al efecto colateral de la aparición de móviles, drones, robots domésticos y otras muchas tecnologías.

No solo aparecieron sensores GPS y receptores AIS por debajo de 30 euros, si no que además su conexión podía ser USB.

El caso de los sensores IMU o compás electrónico, quizás es más llamativo. Si usted solicita este sensor al fabricante de su piloto automático puede llegar a desembolsar más de 800 euros por el sensor y su cableado específico. Sin embargo si necesita un IMU similar para el robot de sus hijos su desembolso difícilmente llegará a los 20 euros en la tienda de electrónica, con cables incluidos. La paradoja entre ambos IMU se da cuando estudiando sus características, tan solo se diferencian en que el IMU más económico si pone a disposición del usuario conexiones estándar (I2C / SPI) para permitir su lectura y comunicación desde innumerables dispositivos.

Con el ánimo de solucionar estas paradojas y carencias tecnológicas, hace apenas unos aņos, un fantástico equipo internacional de programadores y navegantes se organizó e inició la gestación de las utilidades y aplicaciones informáticas necesarias para convertir un ordenador de fama mundial en la mayor supercentralita de datos marinos de a bordo que pudiéramos imaginar. Sin duda este equipo acertó en múltiples elecciones como la plataforma que utilizarían y el nuevo protocolo de datos que en ella acabarían implantando. Su plataforma elegida fue la ARM más popular del planeta, la Raspberry Pi, un diminuto y potente ordenador de bajísimo consumo con altísimas prestaciones y con unas capacidades de comunicaciones y conexiones que pueden parecer un exceso, pero que son imprescindibles para el acceso a multitud de nuevos y económicos sensores.

Una vez aņadidas a la Raspberry Pi estas utilidades denominadas OpenPlotter, en un sistema operativo Linux de reconocida calidad denominado OS (Antes Raspbian), crearon un sistema informático dotado de fabulosas aplicaciones de orientación marítima y superdotado de capacidades de conexión de nuevos y económicos sensores. Con este sistema y sus comunicaciones WiFi, por fin se podía trasladar la electrónica náutica al nuevo mundo digital sin dejar de lado la posibilidad de leer los instrumentos que actualmente ya están instalados en nuestras embarcaciones.

En cuanto al nuevo "protocolo" de datos fue denominado Signal K haciendo referencia a la letra K del alfabeto internacional de seņales en el mar, esta seņal significa "Deseo comunicar con usted", y debemos entenderlo como toda una declaración de intenciones ya que este software, al completo, es de dominio público.

Siendo técnicamente preciso Signal K es mucho más que un protocolo, es un servidor de datos marinos, o lo que es lo mismo, una aplicación alojada en la Raspberry Pi dotada de múltiples conexiones y funciones que gestiona un inmenso almacén de datos marinos exquisitamente catalogados y jerarquizados, disponibles para múltiples usos y destinos. Siendo menos técnico podemos pensar que Signal K es como la nube particular de su yate, una eficiente y funcional nube digital especialmente diseņada y desarrollada para la lectura y el tratamiento de datos marinos instalada a bordo.

Con esta nueva tecnología, todos los sensores o dispositivos, desde su GPS, veleta, anemómetro, receptor AIS, IMU, corredera, termómetros, barómetro, higrómetro, motores, depósitos, baterías, cargadores, paneles solares, ejes de timón y muchos más enviarán sus datos a su nueva "nube" digital Signal K y a partir de ahí estarán disponibles para cualquier dispositivo móvil, para muchas aplicaciones del sistema como la cartografía o juegos de relojes y para cualquier otro instrumento de su yate que necesite ese dato.

Programares construye su unidad PiMares. con esta tecnología. Nuestras unidades PiMares contienen siempre el último modelo de Raspberry Pi original fabricado en UK. La unidad está protegida contra el entorno marino y las piezas principales de la unidad PiMares son de altísima calidad al ser todas de fabricación Alemana e Italiana.

El equipo de viento, la corredera/temperatura y otros sensores recomendados para este sistema son realmente económicos puesto que carecen de centralitas y pantallas de visualización. Tan solo son sensores o transductores, de muy alta calidad, cuya información es fácilmente leída gracias a la increíble capacidad de este sistema para leer cualquier seņal o protocolo enviado por un sensor.

Por último, no puedo dejar de comentar que una clara diferencia que distingue a este sistema de cualquier otro, es que esta unidad PiMares, además de ser una centralita de datos marinos gracias a que incorpora un servidor Signal K, es un potente ordenador que le permite la conexión de todo tipo de teclados, ratones, impresoras y periféricos USB 2.0 y USB 3.0. También dispone de conexiones Micro-HDMI para dos monitores o televisores con resolución 4K, comunicaciones WiFi, Bluetooth, Ethernet Gigabit, navegadores WEB y excelentes aplicaciones propias de la distribución Linux.

Gracias a esta característica, única de este sistema, la central PiMares puede ser su ordenador de sobremesa a bordo y convertir a su yate en su nuevo despacho de teletrabajo.

Carlos Abella Blanco
Director técnico
  • Desarrollador de software
  • Técnico en pesca y transporte marítimo
  • Patrón de yate
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